¿Buscas una ventaja estratégica para tu organización este año? ¿Una manera de diferenciar tu empresa del resto? Para encontrar ese tipo de éxito, considera cultivar aún más la generosidad como un componente central de tu negocio.
¿Qué significa eso en términos prácticos? Como sabemos, la generosidad es la inclinación a dar sin esperar nada a cambio, a ser abierto de manos y corazón, a ser desinteresado, generoso, abierto y acogedor. Como empresa, eso puede verse de muchas maneras diferentes. Aquí hay algunos ejemplos:
- Generosidad con los empleados - Paga más. Ofrece beneficios sustanciales. Abre una opción de propiedad. Prioriza la transparencia.
- Generosidad con los clientes - Ofrece más de lo que esperan. Permite que participen en tu proceso.
- Generosidad con los competidores - Comparte consejos de negocios y de mercado. Envía clientes que estén mejor adaptados a ellos. Colabora.
- Generosidad con la comunidad - Contribuye a la cultura y sociedad local con tiempo, dinero, espacio, eventos, voluntarios, etc.
- Generosidad con uno mismo - Prioriza la salud, la cordura y el bienestar de ti mismo y de las operaciones internas de la empresa. Encúentrate donde estés.
Estas expresiones de generosidad pueden simplemente parecer lo correcto. No hay duda de que eso es cierto, pero también proporcionan una ventaja real y significativa en la navegación del panorama empresarial. Aunque la generosidad no espera nada a cambio, genera una rueda de riqueza en forma de "lo que va, viene". Y este ciclo proporciona tanto valor medible como incalculable. Por ser un diferenciador e indicador de integridad, la generosidad atrae tanto a buenos empleados como a buenos clientes. De esa manera, la generosidad contribuye de manera confiable a la longevidad organizacional y a las ganancias sostenidas.
Estas ganancias pueden ser financieras o representar otros tipos de capital. Por ejemplo, practicar la generosidad puede generar valor reflejado en una o todas estas formas:
- la fuerza y la riqueza de la economía local,
- el número de familias e individuos que son apoyados por el negocio,
- el grado de vibración cultural que es apoyado por el negocio,
- la innovación y el avance intelectual, técnico, ambiental o social cultivado por el negocio,
- la buena voluntad y el capital social generado por el negocio.
La generosidad puede tomar muchas formas diferentes y verse de muchas maneras diferentes, pero es un método universal para dar a tu negocio una ventaja estratégica. La magnanimidad impulsará tu negocio:
- atrayendo y reteniendo empleados estelares,
- cultivando asociaciones colaborativas y construcción de conocimiento con competidores,
- magnetizando y preservando relaciones duraderas con clientes y clientes,
- apoyando la resiliencia interna y personal,
- invitando a diversas expresiones de capitalización y valor.
Independientemente de cuánto o poco que parezca haber para compartir, siempre hay alguna manera de dar. No hay desventaja en crear riqueza de esa manera. Y, en cualquier caso, independientemente de los beneficios empresariales asociados con la generosidad, cultivarla como un principio central de una empresa inevitablemente aumentará la felicidad. No puedes equivocarte con eso.